Esta fue una de las presentaciones más difíciles y más lindas que vivi en España, sucedio en el Bar El Grito de Madrid. Era un miércoles (29 de nov, 2006) de noche, llego al local y este ya estaba lleno de gente, habia poca luz y mucho humo de cigarro en el ambiente, la música que sonaba a todo volumen eran de: Metallica, ACDC, y otros similares... es decir no era el típico local con mesitas y velitas que crearan un ambiente mágico para la narración... no!, y el público me sorprendio aún más, la mayoría eran jóvenes vestidos de negro, con tatuajes y piercings por doquier, fanaticos de la música heavy, ocupados en la barra pidiendo cerveza, o jugando en la mesa de billar, unos apoyados en la rockola y otros escuchando la música que a todo volumen sonaba... incluso recuerdo a uno que tenia una herida reciente! en la ceja cual boxeador (se ve en la foto)

Lo primero que pense es que me había equivocado, pero llego el dueño (no recuerdo ahora el nombre) que me amablemente me dijo "tranquilo, no tengas miedo, estan todos acostumbrados a los cuentos", unos minutos luego él mismo apaga la música, prende unas luces más y dice a todos: "Ya!!! es hora de los cuentos" y los jóvenes que antes veia que anarquicamente hacían lo que querian en el local, comenzaron a ordenarse, a mover los muebles y a colocar unos sillones en frente a lo que parecía un escenario... era hora de contar.

Sentí miedo, esto no era contar en un bar como lo había hecho en otros países, esto era contar para un público totalmente distinto, jóven, rebelde, rockero y dueño de su ambiente, ... pero tenían hábito de escuchar. Sentí la urgencia de contar y como guerrero fui al frente con mi única arma "la palabra", los primeros minutos fueron de analisis, un mito surgió, luego algo de calentamiento... una leyenda amazónica por supuesto, y el público apludia de a pocos, con algo de distancia... me seguían analizando... y me di cuenta que era por que yo los estaba analizando a ellos, así que deje de pensar tanto, limpie la mente de ideas y conte y conte, y ya las propias historias se ordenaron solas y el público (al que recuerdo con mucho aprecio) disfruto tanto como yo, nos divertimos. Para mi fue toda una lección el descubrir y vivir como el cuento es tan poderoso que puede crear hábito de escucha en un ambiente tan poco pensado para mi antes. Ojala pueda volver a contar allí.


















Aqui un video alguien subio de esa misma noche, se nota mi nerviosismo, pero fue muy divertido ... en el se escucha uno de los cuatro cuentos cortos de una serie que cree y preparé llamada "La trilogía de las ranas, princesas y otros seres verdes (a veces si se apetece viene con un abonus crack)" los cuentos que la componen los escuche o lei en varios viajes.

Pueden ver el video en el enlace original aqui: http://elgritousera.tripod.com/cc291106.htm

2 comentarios:

La heavy pasña dijo...

uno dos tres probando probando??

esto fue mas dificil que inventar la rueda pero lo consegui!! ya soy miembro honorifico del google lo ke me permite rajarte :-P

ke linda historia la ke publikaste waykicha kerido. imagino el miedo ke sentiste en ese momenot. pero tienes razon.. el uniko el arma es la palabra y el mejor ambiente el silencio...
imagino la kara de todos cuando contabas jaja. te los metiste a todos al bolsillo. pero no rajes a los ke estan tatuados y con piercings y vestidos asi ke a ti t ponemos de negro y ya eres un mutante mas de los nuestros ;)

ke vngan mas cuentos y mas anecdotas!

y ke vnga el wayqui a mi ayacucho!! hay harto mounstro tambien :P

Carmen Ibarlucea dijo...

Una entrada genial para eliminar prejuicios. Celebro que lo pasaras bien y toda esa gente contigo.

Yo no cuento en bares, no estoy nada comoda... es que no voy a bares, allá nunca se que beber, de que hablar y me siento muy extraña... pero tu entrada me ha hecho reflexionar sobre mis propios miedos.

Cariños inmensos desde un rincón de Badajoz (España)